miércoles, 2 de abril de 2014

Las palabras también duelen




Esta historia la vi por primera vez en una página de facebook llamada "Planeta curioso", y me llamó mucho la atención, pero no sólo eso, también me hizo reflexionar sobre el dolor que podemos causar con las palabras, que puede ser incluso peor que el dolor físico.
A veces no basta con pedir perdón, ya que el daño está hecho y las palabras (aunque muchos digan que "se las lleva el viento"), no se olvidan, y sólo queda trabajar y hacer todo lo posible para reparar el error.

La educación no es únicamente la transmisión de contenidos de las diferentes asignaturas. Están también los valores, que pasarán a formar parte de la vida diaria de nuestros niños, y tenemos que procurar que adquieran y pongan en práctica los valores positivos. 
En este caso concreto, se trata de enseñarles a controlar a rabia y la ira, de modo que no vayan a decir o hacer cosas de las que puedan arrepentirse en un futuro.

La imagen la saqué de la siguiente  página web: 

Esta historia se cuenta de diferentes maneras dependiendo de la región, basta con buscar en Google "Historia de los clavos", y nos aparecen un montón de páginas donde se cuenta la historia. Voy a destacar la forma de contarla en la página web "Cuentos en luna", donde también introducen el valor de la amistad y la importancia de cuidarla y conservarla.
Aquí les dejo el enlace de la página web: 



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